Los tranvías comenzaron a funcionar en Buenos Aires en 1860, primeramente arrastrados por caballos. Llegó a haber 850 km. de vías.
En los años 30 comienza el declive y terminan en 1960
Pero en 1980, unos entusiastas voluntarios, restauran alguno y lo ponen en funcionamiento en unas calles de Caballito
Solo funciona los fines de semana, es gratis, unicamente piden que se compren algunos recuerdos para ayudar al mantenimiento
Despues nos vamos al mercado de San Telmo, lleno de puestos de antigüedades y baratijas. Es una especie de rastro, únicamente se realiza los domingos
El aperitivo en El Inmigrante, dos cañas, 8€, y una tortilla de papas, 11€. Muy seca, a mí me gusta chorreante, pero para gustos. Aquí me entero que la llamada tortilla española es con chorizo
Volvemos en Cabify, incluso más barato que Uber. Un trayecto de media hora, 8€. Es baratísimo, quizá lo más barato que hay en Buenos Aires
Por la noche, Teatro Ciego en Palermo Soho. Una experiencia sensorial, totalmente a obscuras, 50€ pp.
Entramos agarrados en cadeneta y nos ayudan a sentarnos
Comemos con las manos y nos hacen un recorrido musical por diferentes ciudades del mundo, empezando por los cafetines del viejo Buenos Aires, donde hasta se huele el aroma del café recién hecho
En algún momento se desata una tormenta e incluso sentimos las gotas de la lluvia caer sobre nuestras cabezas
La sensación es extraña, porque da lo mismo tener los ojos cerrados o abiertos