Arrancamos hacia el Norte, por una carretera en buen estado pero muy curvada
Una costa agreste y sin vegetación donde el Meltemi sopla fuerte
Llegamos a Apollonas, un pueblecito costero con una pequeña playa. En cuanto sales del circuito turístico, aparece la Grecia profunda. Pueblos encalados con puertas y ventanas azules
Un bañito y seguimos viaje por una estrecha carretera de montaña, llegamos a Apeiranthos. Precioso pueblo con calles y escaleras de mármol, poblado en sus comienzos por cretenses que huyeron de la invasión turca
Comemos en un restaurante de nombre indescriptible, a la sombra de unos frondosos árboles. Pulpo a la parrilla, calabacín frito y saganaki (queso rebozado), media botella de vino y dos cafés, de postre obsequio de la casa, yogur dulce con piña. Todo ello 33€
Bajamos hacia Filoti y visitamos un pequeño museo etnografico
Hace un calor horroroso, en cuanto te separas del mar y de la brisa
Así que terminamos el día bañandonos en la playa de Prokopios